miércoles, 24 de junio de 2009

¿El aprendizaje es algo tan trivial que se puede observar y medir con base en unas simples preguntas a propósito de unos contenidos cualesquiera?

Tomando como base para la respuesta de esta pregunta a la noción constructivista del aprendizaje que desarrolla Vargas (2005), se puede afirmar que no. Para empezar el aprendizaje concebido en un marco constructivista no es trivial, porque es trascendental para el individuo que aprende; no es trivial porque el concepto profundo de la noción de aprendizaje va más allá de la educación bancaría manejada por Paulo Freire, en donde los datos de la realidad se traen al interior del sujeto y se depositan acumulándose, percepción que ha sustentado a la educación tradicional.
Por el contrario en la educación centrada en la persona tal como lo refiere Vargas (2005) se habla de un aprendizaje significativo que se constituye en una apropiación de la realidad que el sujeto asimila transformándose a sí mismo, acomodándose al mismo tiempo que asimila, es decir aprehendiendo lo asimilado haciéndolo propio. De tal manera que el sujeto reconstruye su entorno a partir de lo que Piaget llama invariantes funcionales (asimilación y acomodación) reconstruyéndose a sí mismo cada vez que aprende.
Tomado el aprendizaje de esta manera se puede entender claramente porque el aprendizaje no se puede medir con base en unas simples preguntas a propósito de unos contenidos cualesquiera. El aprendizaje más que medido debe ser valorado a partir de considerar los cambios al factor humano y social, los cambios estructurales y personales ocurridos en el estudiante como ser humano, yendo más allá de la simple concepción tradicional y racional técnica de la educación (Lozano, 2006).
Por tanto si queremos desarrollar un enfoque por competencias en la Educación Media Superior debemos apropiarnos de inicio, de estos conceptos, para poder concebir a nuestros alumnos como un sujeto activo, como entidades siempre organizada que acomodan sus esquemas a la realidad externa a medida que asimila la realidad de los esquemas, tal como lo refiere Vargas; para poder pasar después a diseñar estrategias que permitan facilitar el desarrollo de competencias y el buen funcionamiento de una institución que esté regida bajo este enfoque también en competencias.

Referencias.
Lozano, A. (2006). Normalistas Vs. Universitarios o técnicos Vs. rudos. México: Plaza y Valdes.
Vargas, B. (2005). El aprendizaje y el desarrollo de competencias. Documento proporcionado por la UPN para el trabajo de la especialización en Competencias Docentes para el Nivel Medio Superior

¿Qué concepciones de aprendizaje nos parecen congruentes con el enfoque por competencias y por qué?

Considerando que una competencia “es la facultad de movilizar un conjunto de recursos cognoscitivos (conocimientos, capacidades, información, etc.) para enfrentar con pertinencia y eficacia a una familia de situaciones” (Perrenoud, 2000), tenemos que el enfoque por competencia que se ha venido desarrollando en México como consecuencia de nuestra incorporación a la sociedad del conocimiento es relevante en el ámbito educativo, toda vez que implica un rompimiento con estructuras tradicionales y tecnocráticas implícitas en los procesos de enseñanza y aprendizaje.
Cambiar nuestras prácticas educativas no es fácil pero se debe partir de analizar nuestros referentes entorno al aprendizaje para poder actuar en congruencia con el enfoque mencionado. Para definir aprendizaje nos vamos a encontrar con una amplia gama de conceptos dada las muy diversas perspectivas que lo abordan, Schunk (1997, p. 2) nos proporciona una definición general que trata de conciliar las opiniones encontradas: “aprender es un cambio perdurable de la conducta o en la capacidad de conducirse de manera dada como resultado de la práctica o de otras formas de experiencia”. Este mismo autor nos refiere que desde el acercamiento cognoscitivismo el aprendizaje es inferencial, puesto que no se puede observar directamente sino solo a sus productos (p. 3).
Es aquí donde es pertinente preguntarnos ¿qué concepciones de aprendizaje nos parecen congruentes con el enfoque por competencias y por qué?. Considerando las teorías del aprendizaje manejadas por Marqués (1999) encontramos que en cuanto a los principios del conductismo, éstos no son propicios para desarrollar competencias porque en él se parte de contenidos estructurados y secuenciados que precisan un aprendizaje memorístico, siendo poco eficaz para la comprensión de procesos complejos y la resolución de problemas no convencionales; de tal manera que esto choca con el enfoque por competencias en donde se reconocen las necesidades y problemas de la realidad, con un aprendizaje que se construye, reconstruye y se aplica en la resolución de problemas (aprendizaje significativo) y se concibe con una perspectiva de proceso abierto, flexible y permanente (Andrade, 2005).
En cuanto a las restantes teorías manejadas por Marqués, aunque me parecen un tanto revueltas, encontramos que podríamos reagruparlas a partir de su aplicación histórica en el ámbito pedagógico, de tal manera que hablaríamos de la psicología cognitivista, luego del procesamiento de la información, posteriormente del aprendizaje por descubrimiento, seguida del aprendizaje significativo y concluiríamos con el constructivismo de Piaget y el socio-constructivismo de Vigotski.
Esta reorganización nos permite entender como a medida que se avanza en el tiempo las teorías del aprendizaje van teniendo mayores elementos que les permiten ser congruentes con el enfoque por competencias, siendo los más alejados el cognitivismo y el procesamiento de información. Recordemos que el cognitivismo surge como alternativa para dar respuesta a las interrogantes que el conductismo no podía solucionar, tal era el caso de procesos cognitivos más complejos como el del pensamiento, la solución de problemas, el lenguaje, la formación de conceptos y el procesamiento de la información (Snelbecker, 1983, citado en Ertmer & Newby, 1993); lo cual por la apertura hacia nuevos ámbitos de aplicación y por concebir que el aprendizaje es un proceso activo, se empieza a acercar con el enfoque por competencias, de tal manera que todas las teorías restantes se pueden catalogar como cognitivistas, aunque paulatinamente sus ramificaciones han llegado a establecer particularidades notorias.
Pozo (1999) distingue dentro del cognitivismo dos tradiciones bien definidas, por un lado la dominante representada por la teoría del procesamiento de la información y por el otro la organicista así como estructuralista (en donde se encuentra el constructivismo), de tal manera que la primera la concepción del humano como un procesador de información se basa en la analogía entre la mente humana y el funcionamiento de una computadora, siendo esto demasiado rígido para poder estar en total congruencia con el enfoque por competencias.
Siguiendo con el recorrido por las teorías, encontramos que las siguientes ya están consideradas dentro de la segunda vertiente del cognitivismo, es decir el constructivismo, ya que retomado a Carretero se puede decir que el constructivismo es “una posición compartida por diferentes tendencias de la investigación psicológica y educativa” (Carretero, 1993, p. 20), agrupando entonces a diversos autores Bruner ( aprendizaje por descubrimiento) Ausubel (aprendizaje significativo) Piaget y Vigotski (socio-constructivismo).
Una vez dicho esto podemos responder que las concepciones del aprendizaje que nos parecen congruentes con el enfoque por competencias son las de la rama constructivista del cognitivismo porque de una u otra manera se perfilan hacia el aprendizaje mediante la práctica de hacer o ejecutar reflexivamente aquello en lo que se busca convertir a los alumnos en expertos, ayudándoles a hacerlo así, gracias a la mediación que ejercen sobre ellos otros ‘prácticos reflexivos’ más experimentados –los maestros- (Andrade, 2005)., es decir hacer a los alumnos competentes. Entonces, particularizando con un ejemplo en el aprendizaje por descubrimiento es totalmente congruente su principio de experimentación directamente sobre la realidad y la aplicación práctica de los conocimientos; en el aprendizaje significativo la organización de los nuevos conocimientos con los saberes previos; en el constructivismo de Piaget, la reconstrucción de esquemas de conocimiento y finalmente con el socio-costructivismo la incidencia en la zona de desarrollo próximo (Marqués 1999).
Referencias
Perrenoud, P. (2000). Entrevista con Philippe, Universidad de Ginebra. Texto original de una entrevista "El Arte de Construir Competencias " original en portugués en Nova Escola (Brasil), Septiembre 2000, pp.19-31.

Schunk, H. (1997). Teorías del aprendizaje. Segunda edición. Pearson Prentice Hall: México

Marques,P. (1999) .Concepciones de aprendizaje. http://dewey.uab.es/pmarques/aprendiz.htm#inicio.

Andrade, C. (2005). Un acercamiento al enfoque por competencias. Ponencia. http://www.rena.edu.ve/docentes/articulos/competencias.pdf Recuperado el 19-06-09
Ertmer, P. & Newby, T. (1993). Conductismo, cognitivismo y constructivismo: una comparación de los aspectos críticos desde la perspectiva del diseño de instrucción.
http://ares.unimet.edu.ve/programacion/psfase3/modII/biblio/CONDUCTISMO_%20COGNITIVISMO_%20CONSTRUCTIVISMO.pdf Recuperado el 19-06-09

Carretero, M., (1993), Constructivsmo y Educación. Argentina: Aique didáctica.

lunes, 15 de junio de 2009

La triste historia del pascola Cenobio

Del libro “El Diosero” de Francisco Rojas González.

La historia habla de un indio humilde que se dispuso a trabajar para un blanco. Esto le ocasionó enormes problemas de popularidad, muchos indios lo empezaron a insultar constantemente cada vez más, y sin embargo el indio nunca dijo nada en respuesta. En un momento un comentario de otro indio le colma la paciencia y suelta una estocada, encajó su navaja en el pecho del ofensor (aunque suene contradictorio). Inmediatamente es aprehendido por las autoridades locales y llevado a procesar. La condena resulta ser el mismo crimen que cometió el acusado, y estaba por ser muerto cuando la nueva viuda reclamó algo que estaba en su derecho. Si un hombre mataba a otro hombre casado, la viuda tenía el derecho de reclamar casarse con el hombre asesino...y así lo decidió hacer.

Comentario.
Algo que me representa esta narración es que los matrimonios muy pocas veces incluían amor de por medio, la mayoría de las veces simplemente era: hombre-mujer, hombre-mujer, hombre-mujer, y ya. No importaba quién era el hombre, asesino, panadero, con que tuviera dinero y algo con qué sostener la familia.

Esta narración yo la relacionaría con los siguientes temas:

De la segunda unidad del libro podría ser con los conceptos de tradición, costumbre, tal vez hasta rito; ya que nos habla de lo que se baila, las danzas que para Tanori no había mayor gloria que lucirse en esas danzas.

Por otra parte hablando de la tercera unidad se relacionaría con los conceptos de indio (hablando desde el punto de vista donde se le llama indio al poblador de algún poblado de América), indígena ya que se dice que es un termino que, en sentido amplio se aplica a todo aquello que es relativo a una población originaria del territorio que habita, cuyo establecimiento en el mismo precede al de otros pueblos o cuya presencia es lo suficientemente prolongada y estable como para tenerla oriunda (es decir de un lugar).

Esto es todo lo que yo podría opinar y comentar del capitulo, ya que es un capitulo algo breve.

La Plaza de Xoxocotla.

Del libro “El Diosero” de Francisco Rojas González.
El relato comienza cuando el señor Luterio se encuentra con 2 jóvenes y les cuenta como se hizo la plaza de Xoxocotla. La historia de la plaza data de cuando Don Luterio era delegado municipal y un día mientras el candidato a la Presidencia de la República estaba de gira se les descompuso el carro así que se detuvieron ahí en Xoxocotla.
El candidato se acercó a Luterio preguntándole sobre que necesitaba el pueblo, a lo que éste respondió que la plaza debería tener mejoras para no estar tan triste, una escuela, mejor servicio de agua y una buena maestra. A las peticiones el candidato dijo que sí e incluso lo hizo promesa. Don Luterio por la creencia que antiguos políticos le habían dejado no le creyó a Don Eleuterio, el candidato, lo tomo a broma e incluso le hizo gestos burlones.
Cual habrá sido su sorpresa cuando al año, Don Eleuterio lo fue a buscar al pueblo. Cuando le llegaban los recados de la visita del candidato a Luterio no las creía, hasta contestaba con sarcasmo, una de éstas bromas si la escucho el ahora Presidente. Pero al salir de casa de Doña Trina y verlo se acercó de inmediato a éste que estaba rodeado de niños y pues en honor a que había regresado al pueblo pidió una última cosa que en la plaza se le hiciera un monumento para honrar a quién cumplió sus promesas.

Comentario
Dicha historia se relaciona con la Antropología en el mundo digital en varios aspectos, con el lenguaje de la historia podemos darnos cuenta que son indígenas, un concepto muy amplio pero que habla de personas verdaderamente tradicionalistas y que no viven en urbe. Sin embargo al analizar el principio de la historia vemos que los jóvenes con los que está Luterio son de otro grupo social y podemos darnos cuenta cual es la interacción de diferentes sociedades y que esto es un fenómeno como el mestizaje, tema que también estudia esta parte de la Antropología. El avance o evolución que hubo en el pueblo es el comienzo de la Globalización pues se empieza por pequeños territorios hasta irse expandiendo y así afectar de manera positiva otras regiones, países incluso continentes. Por último tomemos en cuenta la diversidad que no solo habla de indígenas y civilizados sino también de la diversidad del lenguaje, de formas de vida, de tradiciones, de grupos sociales, de política, de creencias, etc. (Beatriz 11).

Los diez responsos

Del libro “El Diosero” de Francisco Rojas González.


Este texto nos narra de manera breve un relato que hace referencia a la muerte de un hombre de campo llamado “Placido Santiago”.

Fue un lunes por la tarde, su cuerpo fue en encontrado por varias personas que regresaban al pueblo de penales, venían de hacer tianguis en Ixmiquilapan, el estaba tirado en medio de la calle con una expresión de horror, a su costado estaba su perro “jolín” que cuidaba su cuerpo y pertenencias fielmente. El grupo de personas se dispusieron a llevarlo al pueblo pero antes de esto una anciana realizó una especie de costumbre del pueblo que trata de mojarse los dedos índice y pulgar, con ellos acariciar los lóbulos de las orejas de muerto, entre los varones se dividieron las pertenencias para cargar, mientras el resto comentaba que había sido atropellado por un carro mientras otros decían que por una camioneta, pero todos concluyeron que desde que los automóviles tienen acceso ya no pueden andar tranquilos ni en sus propias tierras. Una ves trepado el cuerpo en el burro todos empezaron su recorrido al llegar su esposa “Trenida” recibió su cuerpo sin lágrimas pero se notaba que el dolor se le atoraba en la garganta y en el pecho sin dejarla hablar, en seguida comenzó a hacer arreglos para recibirlo como se acostumbra en el pueblo, con unas ramas de hizache barrio la tierra de la choza, luego roció las cuatro paredes con agua bendita, después machaco en el metate unos terrones de cal y con el polvo dibujo en medio del piso una cruz ancha y larga, sobre ella colocaron el cuerpo modificando su postura de manera correcta y para terminar coloco en su pecho una imagen de la virgen de la merced.

Para entonces ya habían llegado mas personas, algunos encajaron en la tierra una vela de estearina tan delgada como el dedo meñique, otro regó con flores de zempoalxochitl todo el pavimento, una mujer dejo a los pies de difunto un manojo de retama que lleno el ambiente con su olor, alguien mas inicio el rezo que poco a poco se transformó en rumor, mientras tanto, el tío Roque Higuera informo que había mandado a llamar al cura de Ixmiquilpan para que rezara los ”Diez responsos” en beneficio del alma de Placido. Paso la tarde, la noche y a altas horas de la noche el pulque había apaciguado el dolor de todos, y de entre las voces se escucho el grito de dolor de Trenida que dejaba salir su pena, momentos después llego el ataúd y enseguida los compadres metieron el cuerpo en él y así dejaron que Trenida le diera el último adiós a su marido, a la llegada del cura en un carro “Ford” todos se echaron de rodillas, el cura asperjo bendiciones, el cura apresuro la ceremonia mencionado que tenía prisa y más trabajo, al terminar los diez responsos, el tío Roque le pidió que le rezara un 11, el cura protestó pero al escuchar que podían contratar al otro cura lo hizo aunque de mala gana, el tío le dio un billete de cinco pesos, enseguida se retiro el ataúd, todos salieron tras de él excepto Trenida que se encontraba comiendo frijoles, el cura al ver esto se sorprendió y dio a entender que parecía que su pérdida no le había dolido a lo que ella contesto “Mi marido con la ayuda de sus santos responsos ya está gozando de dios..él se llevo mi corazón hasta el jollo; naiden podrá ocupar su lugarcito...pero no por eso debo dejar que se aceden los frijoles, así sin decir palabra el cura se retiro, Trenidá con lagrimas en las mejillas continuo comiendo a sus pies echado su perro esperando su turno.

COMENTARIO.
Nos menciona la tradición del pueblo para realizar velorios, además de que nos marca la diferencia de formas de ver la muerte, me pareció muy interesante ya que nos menciona también la manera de ver la vida, en como para los habitantes del pueblo no es importante el dinero si no el bienestar, estando de cierto modo en contra de la tecnología y viviendo en la manera en la que se vivía desde generaciones atrás, manteniendo con vida las tradiciones que de ahí son originarias, también es importante señalar la importancia de la religión para ellos, ya que fue muy importante el rezo y presencia del padre para poder dejar ir en paz al difunto (Samantha 1.1)

El diosero

Del libro “El Diosero” de Francisco Rojas González.

Este es un cuento que comienza con la descripción de un lugar llamado Puná, que según esto se ubicada en la selva. Hace mención del señor caríbal de Puná que también es conocido como el Kai-Lan, el lacandón (que es un individuo que habita en la zona de Chiapas o Guatemala, también conocido como el señor de la selva). Habla de una persona que está de visita en este lugar, está hablando con el lacandón y con algunos otros monosabios; están en la “champa” (casucha vieja) con sus “kikas” (esposas): Jova, Jacinta y Nachak´in.

Frente a la champa se alza el templo que solo tiene un barranca techada, que solo cuenta con un muro; junto al templo la parcela de maíz cultivada cuidadosamente.
El clima es húmedo. Kai-Lan muestra alguna inquietud; voltea hacia la selva, hincha su nariz en un husmar de bestia carnívora; se pone de pie y sale lentamente. Interroga a las nubes, después recoge una varita, mira el sol y hace reconocer el resultado de la observación, y dice “viene agua, mucha agua”. De repente se me ha puesto de pie aquel viajero y se dispone a salir, cuando gotas enormes lo detienen, Kai-Lan sonríe al ver su cumplido. La champa se sacude con violencia, y el viajero sobrecogido ante el espectáculo que por primera vez presencio. “¿Qué buscas en este lugar?-interroga el viejo lacandón. Y el viajero le contesta cortante: “Me va a platicar cosas de ustedes los “caribes”. “¿y a ti que te importa?” dice el lacandón.

Después el joven se dio cuenta de que nadie habla en la “champa” se respira un aire de pavor. El lacandón habla con sus esposas, Jova va hacia el fondo y remueve un montón de arcilla seca, Kai-Lan provisto de un gran calabozo, sale a la tormenta y regresa empapado. Ahora voltea sobre la arcilla el agua que ha traído en el calabozo. El agua y la arcilla han hecho un barro y hasta que éste se pone chicloso el hombrecillo lo comienza a amasar, luego entra al templo. Luego retorna a la “champa”, y Kai-Lan, echando el barro a moldear un nuevo incensario, un dios lucido y potente. Él se ha puesto en pie, bate las manos al aire y el lacandón lo había deshecho, esa obra casi terminada. Kai-Lan se ha dado cuenta del peligro, bajo el techo de su templo observa inquieto el amigo del rio.

Kai-Lan emprende la tarea de nuevo, y ante ellos el dios ha brotado de nuevo de esas magias manos. Las manos pequeñitas de Kai-Lan toman fragmentos de lodo, bolean esferas, amoldan Cilindros y bailan sobre la forma insipiente hasta que al final moldea un cuadrúpedo fabuloso.

De pronto viniendo de allá de la milpa, se escuchan voces. Es Kai-Lan. Jacinta y Jova atienden en el acto al llamado, el lacandón sostiene una tea, las mujeres se debaten entre el barro en pelea furiosa contra el agua ya que ha rebasado el pequeño bordo que continuo. Kai-Lan deja la tea sostenida entre dos piedras y hacia la choza del templo. Cuando estaba a punto de marcharse se da cuenta que la lluvia esta cesando, en eso Kai-Lan sale del templo y lanza un grito de júbilo. El visitante se retira, pasando a regalar un peine y un espejo a las mujeres de lacandón, y luego el lacandón le obsequia un pernil de sarahuato que se escapo de la chamusquina. Salió hacia el caribal el caballero de Pancho Viejo y Kai-Lan lo acompaña, cuando estuvieron frente al templo comenta: “No hay en toda la selva uno como Kai-Lan para hacer dioses… ¿Verdad que salió bueno? Mató a la tormenta……” Ve, en la pelea perdió su bonita cola de quetzal y la dejó en el cielo. y en efecto, prendido a la copa, el arco iris resplende…


Comentario:

Este cuento se me hizo en ciertas partes muy iluso, creo que es por que las personas de aquel lugar creyeron haber terminado con la lluvia, cuando nosotros sabemos que eso no puede ser posible, pero después de analizar la situación y la demás parte de la historia me di cuenta que ya que es una civilización muy alejada de las sociedades mantienen un tipo de cultura diferente, además no tienen el desarrollo que nosotros tenemos por lo que puedo decir que mantienen un pensamiento mágico, y es interesante ver cómo se van haciendo de ciertos conocimientos adquiridos a través de la experiencia, como aquel viejito que supo en qué momento vendría la lluvia.

Muestra de igual manera claramente pequeños rasgos de aquella civilización, de su forma de pensar, de los habitantes, de los cuales podría denominarles indios, y esos ritos que hacen para impedir o acabar con los fenómenos naturales. Nos narra la manea de actuar de las personas cuando viene este tipo de contratiempos a sus hogares, aunque en toda la narración se dedica hablar y a dar una muy detallada descripción del lugar y de los hechos y esto ayuda ya que te das cuenta de la forma de vivir de aquellas personas y el contexto en el que se encuentran.

Es importante mencionar a aquel viajero que le pide al viejo hablar de su cultura, esto se me familiarizo con el trabajo de campo que realiza un antropólogo, pues dice que en una de las actividades por hacer es la de las “experiencias de vida” y como el viajero pidió información de lugar, creo que buscaba alguna información para un trabajo semejante, aunque al final con todo lo que paso creo que pudo conocer más de ese lugar por aquellos hechos que presenció, y que son aun mejor que si el viejo los hubiera contado. O tal vez el viajero solo preguntó por casualidad, pero pudo aprender de una cultura diferente a la suya, y eso es bueno, tal vez así deberíamos de ser todos, pues ya que no es necesario ser un antropólogo, ni realizar un trabajo de campo, pero podemos aprender más de este país por medio de la observación de los lugares a los que visitamos, y llenarnos de esos conocimientos para aprender cosa nuevas y quizá, tal vez, hasta útiles.

A mi parecer no hubo mucha relación con la unidad 3 de mi libro, encontré mas coincidencias con la unidad 2, esto es porque hablaba de cultura, civilización. Pensamiento mágico, tal vez hasta de tradiciones y con el trabajo de campo del antropólogo (Fany 1.1)

Nuestra señora de Nequetejé

Del libro “El Diosero” de Francisco Rojas González.
Se trata de una expedición al pueblo de Nequetejé para aplicar un test a los indígenas de ese pueblo; en esa expedición iba una psicoanalista la cual llevaba con ella un álbum con reproducciones de obras maestras de pintores famosos. Por ejemplo: el Napoleón de David y la Gioconda de Leonardo Da Vinci.

Cuando llegaron al pueblo de Nequetejé y los indígenas vieron la obra de Leonardo Da Vinci “La Gioconda”, con una admiración que no podría ser descrita; así pasaron día a día y pues ya había acabado su test al mismo tiempo en que comentaban los aldeanos que la Gioconda era la más bonita de todas.

La psicoanalista llego a la conclusión de que el test de la pintura alcanzó el complejo colectivo; uno de los integrantes de la expedición, ya estando en México, visitó a la psicoanalista para conocer sus conclusiones alcanzadas en el test sobre la pintura, cerciorándose de que los resultados de la prueba confirmaban que los indios admiraban de la forma y gustaban del color al tiempo que le enseñaban las excelencias de la composición y no advertían el fondo del concepto creador i comparaban la serenidad de la Gioconda con los rostros de indios y muchos detalles más parecidos a ellos y para confirmarlo le dijo a la psicoanalista que buscara en el álbum la reproducción de la Gioconda y buscó una y otra vez en el álbum y no la encontró. Un año después se tuvo la necesidad de verificar ciertos informes para publicar el fruto de las investigaciones y para esto, regreso al pueblo de Nequetejé en donde le dieron albergue en la capilla, al hacer sus actividades diarias y al encontrarse con algunos aldeanos, estos la amenazaron de muerte pues sabían a lo que venía (a llevarse la reproducción de la Gioconda); al día siguiente se ofició una misa donde asistió con gran sorpresa vio en el recuadro principal de la capilla donde la habían convertido en una deidad para seguir venerándola con mucha devoción.

Concluyendo que la obra maestra de Leonardo Da Vinci (La Gioconda) ilustró el alma en los indios de México.

Comentario.
Lo que más me llamó la atención de este relato, es el hecho de cómo reacciona esta comunidad india, ya que, en el momento de ver una figura que les impresiona y con la que se sienten identificados la proveen de divinidad y virginidad. A veces, nosotros nos sentimos admirados y hasta llegamos a burlarnos de este tipo de actitudes en estas comunidades, sin embargo, nunca ponemos atención a nuestros ritos y creencias. Pues de hecho, viéndolo desde otro punto de vista, nosotros seriamos los más ilógicos e inconscientes, ya que, comparando las dos situaciones por lo menos ellos tendrían algo que podrían tocar y ver en el momento en que quisieran (en este caso “La Gioconda”), y por ejemplo en la religión católica, solo esta regida por la fe. No reniego a la religión, sin embargo debemos de respetar y no discriminar a ninguna otra religión ni ritual.

También en este capitulo del libro existe una relación con la antropología indigenista, ya que, en esta se establece que: se denominan indígenas a los grupos humanos que presentan características tales como pertenecer a tradiciones organizativas o pertenecer a culturas que sobrevivieron la expansión planetaria de la civilización europea. Y en este relato, queda más que claro que en esta comunidad las tradiciones organizativas eran importantes, pues con el hecho de la llegada de esta pintura, no fue solo una parte de la comunidad quien acudía a los ritos, si no que, era toda esta. A pesar de que llego este nuevo rito, también me pude dar cuenta de que fue una cultura que sobrevivió, ya que, en cuento nos la pintan como una comunidad rural en todo sentido, y que tiene este nuevo rito, pero que también continúa con los suyos (Andrea 1.1)

La venganza de Carlo Magno

Del libro “El Diosero” de Francisco Rojas González.
En la víspera de día de Reyes en Chalma danzaron muchas compañías de danzantes, eran los otomíes de Meztitlán que ejecutaban al son de tamboriles y pitos de carrizo “Los Tocotines”; “La Mariposa y la Flor” con el inconfundible sonido de violines y arpas; entre alaridos escalofriantes y guaracheo rotundo; entre otras danzas más.
Ya que atardeció, cuando el crepúsculo mostraba su majestuosidad en los cielos, estaban en escena los mazahualas de Atlacomulco danzando “Moros con cristianos”.
Al finalizar dicha danza, Carlos Mango se desprendió de sus ropas quedando así un viejo de nombre Tanilo Santos.
Cuando todos estaban alrededor de la fogata un hombre se le acercó para invitarle de beber. Estando afuera, el hombre trató de preguntarle cuál era la razón por la que él estaba allí, al principio no le quiso decir, pero aquel hombre le daba más de beber hasta que termino por contarle aquella historia.
Tanilo Santos le dijo que estaban en ese lugar para pedirle al señor de Chalma el milagro de curar a don Donato Becerra. Pues se metió en la política y un día una persona se le acercó y le pidió unos centavos, al momento de sacarlos le dieron unos machetazos. Y vinieron a pedirle al señor de Chalma que lo dejara con vida aunque sea por unos cuantos meses (Alfredo 1.1).

Comentario 1.
Esta historia me gusto mucho porque nos habla de que tipo de costumbres tienen las diferentes culturas que hay en nuestro país, además de que cosas suelen tomar como lo es el mezcal y también como duermen la gente de pueblo que van a otros pueblos. También me intereso lo que dice del señor de “el señor de Chalma” que es carero y cumplidor, haciendo referencia a que para ir allá les cuesta dinero y por eso creen que es de obligación que él les cumpla lo que ellos piden. Lo que no me gusto y me dio un poco de gracia fue que ellos querían que don Donatito no se muriera para que ellos se lo fulminaran (Jorge).
Comentario 2
Esta lectura tiene una estrecha relación con el abuso y explotación que sufren los indígenas en sus poblaciones por alguien de nivel superior, aprovechándose de su ignorancia.

También habla de las diversas costumbres que tienen las etnias, como son en este caso, rendirle culto, venerar o creer en algo o alguien que creen que pueda socorrerlos en momentos en que ellos lo necesiten. Esto habla de las religiones comunales que tiene chamanes, rituales comunitarios como ceremonias de cosecha y ritos de transición y creen en seres superiores que controlan diversos aspectos de la naturaleza.

Me pareció una lectura que se apega a la realidad, lo que muchas comunidades en la actualidad siguen viviendo, porque a pesar de que nuestro país tiene zonas urbanizadas, también existen y con gran medida las zonas rurales (que son igual de importantes que la urbana) que no son atendidas o nos les ponen la atención que deberían, porque los habitantes de esas poblaciones lamentablemente no tienen una educación de calidad, porque al que gobierna estos lugares no le conviene que los indígenas aprendan a leer y escribir porque así ya no podrían usarlos de manera que a los regidores les convenga.
¡Es momento de que las autoridades apoyen a las zonas rurales! (Estela 1.1)

El cenzonte y la vereda

Del libro “El Diosero” de Francisco Rojas González.

Fue entre los chinantecos esos indios pequeñitos, reservados y encantadoramente descorteses, fue en Ixtlán de Juárez en lo que llaman el Nudo de Cempoaltépetl. Escogimos Yólox como el sitio ideal para instalar nuestro laboratorio de antropología. En torno de Yólox todos los viernes bajan los indios dispuestos a jugar en el “tianguis” su doble caracterización de compradores y vendedores, en un comercio de trueque animado y pintoresco: sal, por granos; piezas de caza por retazos de manta; yerbas medicinales a cambio de “rayas” de suela para huaraches…
Ahí posesionados de la escuelita abandonada, dispusimos nuestro aparato técnico. La primera semana iba pasando entre nuestra inquietud y las protestas de los europeos que formaban parte de la expedición, pedían proceder a punta de bayoneta si era necesario, puesto que los chinantecos no se dejaban estudiar. Los mexicanos temblamos sólo al pensar lo que eso significaría con los levantiscos chinantecos.
Después de lograra analizar el primer caso (báscula, pruebas sanguíneas y metabolismo basal) y notar mayor comprensión y hasta simpatía para nosotros, las cosas se complicaron gravemente con un hecho insólito, con algo nunca escrito en los anales centenarios de Yólox ¡Había pasado un avión!. El pasmo entre los indios fue terrible, cuando el visitante ingrato se perdió entre las nubes y la distancia, los indios acosados por el terror vinieron a nosotros. Entonces el local resultó insuficiente, -es un aparato que vuela- dije -, el intérprete aunque incrédulo repitió mis palabras. –No nos creas tan dialtiro…A poco crees que semos tus babosos. Incrédulos salieron del laboratorio, algunos, especialmente las mujeres lo hicieron en forma violenta, otros con ojos rencorosos. Solo quedó frente a nosotros una familia, triste, enferma y acongojada. Era una familia de tres miembros. El diagnóstico resultaba fácil entre los evidentes síntomas: todos eran presas del paludismo, pero para nosotros, más que enfermos, aquellos miserables, eran sujetos de estudio, ante su asombro los estudiamos.
Cuando hubimos satisfecho todos los complicados cuestionarios, los dejamos descansar, luego les di un frasco de quinina en comprimidos (para aliviar el remordimiento del engaño). Cuando la familia de palúdicos pasó por la plazuela, la gente abrió valla temerosa de contaminarse, más que del paludismo, de aquello que hubieran podido adquirir del trato con nosotros.
Mis compañeros los europeos se desesperaban, así que decidí ir a hablar con el viejo intérprete, el único con una influencia determinante entre los suyos. Lo encontré en su choza con una actitud soberbia, defensiva, cáustica; tuvo para mí frases cortantes. Yo hable mucho pero al finalizar dijo: -Ellos, mi gente, se han dado cuenta… y antes de permitir que lo que ustedes traen entre manos se cumpla, les ponemos dos horas para que abandonen el pueblo (los indígenas pensaban que los estudios que les querían hacer era para engordarlos y llevarlos como comida del animal que había pasado por los cielos, el avión).
No esperamos el lucero, salimos bajo el cobijo de las tinieblas. Al amanecer a la vuelta de una vereda nos encontramos a la familia enferma, -¿Qué hay muchachos, les probaron las medicinas?-. El hombrecito, por toda respuesta, separó el cuello de su camisa para mostrarnos un collar de comprimidos de quinina bermejos y brillantes, la mujer hizo lo mismo, igual que la muchacha –El mal ya no se nos acerca, le tiene miedo al sartal de piedras milagrosas.
A partir de aquel instante, ya nadie habló de la ingratitud de los indios, hubo sí, imprecaciones e insultos para aquellos hombres y aquellos sistemas que al aherrojar los puños y engrillar las piernas, chafan los cerebros, mellan los entendimientos y anulan las voluntades, con más saña , con más coraje, que el paludismo, que la tuberculosis… Y los pinos, el cenzontle y la vereda aprobaron a una.

Comentario.
Cuando vivimos en una ciudad, rodeados de avances tecnológicos perdemos de vista que existen otras realidades muy diferentes a la nuestra; México es un lugar con una diversidad cultural enorme, en donde podemos encontrar lugares con los servicios más modernos y sofisticados así como otros en donde la tecnología es incipiente, en el texto de Francisco Rojas podemos encontrar una muestra de esto, pero la lectura no solo nos permite darnos cuenta de ello, sino también nos plantea una reflexión en torno a la desigualdad de conciencia que nuestro sistema ha creado, mientras algunos vemos la vida a partir de la ciencia, también hay quien la ve a partir de sus creencias basadas en un pensamiento mágico-religioso, lo cual en la mayoría de los casos atenta en contra de su existencia, o como en el relato en contra de su salud. Este relato presenta situaciones polarizadas, los chinantecos y los antropólogos, pero en nuestro medio también sucede algo parecido pero que no es tan extremosos, ¿Cuántos de nosotros, por no leer, por no estudiar, por no aprender a reflexionar, creemos todo lo que los medios de comunicación masiva nos dicen, o todo lo que la gente de manera popular comenta, los comentarios poco sustentados y poco científicos que circulan por internet?, cuando nos pasa eso estamos hasta peor que los chinantecos, porque ellos no tiene al alcance de sus manos los medios para salir de su ignorancia y sus creencias, pero nosotros sí, solo es cuestión de vencer a la pereza de leer y de buscar explicaciones científica a lo que nos rodea (Profra. Paty Miranda).

Hiculi Hualula

Del libro “El Diosero” de Francisco Rojas González.

El relato nos habla de un investigador que se encuentra en un pueblito llamado Tezompan donde en un funeral se da cuenta de que ahí hay un secreto que nadie quiere revelar, cuando a un llamado "tío" lo culpan por la muerte de uno de los habitantes de Tezompan. Éste al preguntar y no obtener respuesta alguna se empieza a obsesionar más sobre el tema, ya que según esto el “tío” denominado Hiculi Hualula sólo podría ser pronunciado por el más viejo de los habitantes del pueblo.

Al estar indagando se da cuenta que el “tío” es nombrado así porque se cree que es el hermano del “tata Dios” y que éste es malo cuando le da muerte a un persona, claro esto por la falta de respeto que tienen hacia él; y es considerado bueno dándoles salud, buenas cosechas, etc.

El investigador acude primero con una señora quien le dice que en el momento de nombrar al “tío” cae un hechizo el cual sólo desaparece con la llegada de la luna nueva. Al sólo haber obtenido esta información va con el maestro del pueblo Mateo, quien no le dice nada; tiempo después éste asiste a su casa y le lleva un cacho del “tío” para que lo lleve a laboratorios y lo examinen.

Éste lo manda por correo con uno de sus colegas. Pronto se encuentra con que el maestro se hallaba muy grave de salud ya que había recibido una paliza. Según él por los sobrinos del “tío”. Llegando a México se da cuenta que su paquete nunca llegó, así que contacta a su colega y éste le pide que no le vuelva a enviar algo así ya que casi le resulta fatal, después trata de contactar al maestro sin recibir respuesta de él al igual que al cura.

El investigador empieza a tener alucinaciones sobre el “tío”, y esto le trae consigo una fuerte enfermedad donde sólo puede decir que el”tío” fue el causante, ya que el tío no perdona…


Comentario.

Este cuento a mí sí me gusto, ya que es muy interesante y te tiene pegado a él, ya que no sabes en qué momento se revelará el secreto o qué pasará después de eso. Con esto te puedes dar cuenta de los mitos y leyendas así como las creencias qué un pueblo puede llegar a tener, y la fe que le dan a estas mismas.

Es increíble cómo con tanto miedo creen en estas cosas, las cuales no tienen muchas veces significado científico. Así como en este pueblo a de haber demasiados con creencias similares. Aún no me explico cómo es que se cree o cómo es que dicen que un ser puede matar a la gente, si es que se le puede denominar ser, a mí parecer yo lo asocié con una lata o un elíxir, ya que se dice que cura las enfermedades, y es el remedio perfecto para muchos males, entre otras cosas, porque ¿de qué otra manera se podría guardar un cacho del “tío” en unas hojas para llevarlo a estudiar?
A mí esta lectura me dejó muchos cabos sueltos. (Karina 1.1)

Las vacas de Quiviquinta

Del libro “El Diosero” de Francisco Rojas González.

El breve texto nos relata la vida que se llevaba en un pueblecito denominado Quiviquinta, que, según el tiempo al que alude el relato eran épocas en las que sufrían hambre absolutamente todos los seres habitantes de este pueblo (vacas, perros –en general todo tipo de animales- y las personas que ahí vivían desde pequeños hasta ya gente muy vieja). En este lugar tenían muy poco de comer, los cultivos no florecían, no había que hacer, puesto que a no haber maíz no había nixtamal y por supuesto tampoco tortillas y menos dinero y trabajo para poder subsistir, lo pero era: el tiempo de sequia se avecinaba.

Este relato nos presenta como personajes principales a una pareja con su pequeña hija: Esteban Luna y Martina, quienes, como todos en Quiviquinta no tenían dinero y solo comían cebada; alimento que los ancianos de ese lugar consideraban como una no comida de cristianos, porque según es fría y no digna. Esteban Luna se mortificaba puesto que conforme pasara el tiempo se acabaría la poca comida de la que se mantenían y con esto las semillas por que las sequias continuaban; fue por esto que Esteban decide irse a otro lado a buscar trabajo: Acaponeta o a Tuxpan, se lo hizo saber a su esposa quien replica que qué harían sin él ella y su hija. Mas tarde un amigo, Evaristo Rocha, llegó a su casa y le hizo saber a Esteban no había trabajo en ningún lugar vecino.

Llego el día del tianguis en Quiviquinta y Esteban y Martina fueron mas que nada por que era una costumbre ir todos los jueves. El mercado estaba solitario, miserable y los precios por los cielos. La pareja solo contaba con una gallina, que planeaban vender; una persona se acercó preguntando el precio asombrándose de que Esteban pidió por ella la cantidad de 4 pesos. Después las personas que se encontraban en el tianguis pudieron escuchar el motor de un coche (un automóvil en Quiviquinta era cosa demasiado rara) abordo venían 2 jóvenes, una pareja, y echaron un vistazo al pueblo. La pequeña de Martina tenía hambre, ella se levanto la blusa y comenzó a amamantarla. La pareja la observó e inmediatamente le ofrecieron trabajo como nodriza de su hijo ofreciendo 65 pesos, Martina acepta (aunque Esteban estaba en desacuerdo) y se va con ellos.

Comentario.
Este relato relacionado con la Antropología social, nos deja muchas cosas, como lo son los retos al antropólogo moderno, originados por diferentes causas una de ellas vista en el relato, la migración en busca de mejores oportunidades de empleo. (Rocío 1.1)

Los novios

Del libro “El Diosero” de Francisco Rojas González.

El era de Bachajon venía de una familia de alfareros, había aprendido a manejar el barro, el padre Juan Lucas (indio tzeltal), se adueño del secreto de su hijo, que le había cachado cantando una tonadita tristona y fue ahí cuando le dijo a su hijo, ese pájaro quiere tuna. Ella también era de Bachajon, y día a día iba por agua al riachuelo y pasaba frente a él portalillo de Juan Lucas.

Una mañana chocaron las dos miradas sin haber ninguna reacción, sin embargo desde entonces ella acortaba sus pasos al pasar frente a la casa de Juan Lucas, por su parte el hijo de Juan Lucas detenía sus actividades y la miraba fijamente hasta que se perdía entre el follaje que bordea el rio.

Juan un día siguió la mirada de su hijo y vio que el fin de esta era aquella muchacha, poniendo en marcha su obligación como padre, que era ir con el “prencipal” y pidiéndole que fuera a pedir a la muchacha, cargados de presentes fueron en busca del padre de la joven y dándole a la joven los presentes ella los rechazo, la segunda vez también le llevaron presentes y de la misma manera los rechaza, haciendo que aquellos hombres regresen de nuevo a casa con sus presentes.

La tercera y última vez ellos llevan regalos más finos como un huipil, un enredo de lana, artes, gargantilla de alambre y una argolla nupcial, presentes del novio a la novia. Se habla de las fechas, padrinos etc. todos los preparativos para el gran evento nupcial, como es costumbre un día antes la novia junto a su madre y vecinas cercanas preparan las tortillas y el mole negro para la celebración. Al estar ahí frente a frente se miran por primera vez a corta distancia. La joven sonríe y él se pone grave y baja la cabeza, el “prencipal” se pone al centro, la madre de la joven riega pétalos de rosa sobre el piso, la pareja se arrodilla humildemente a los pies del “prencipal”, y el mismo les habla de los derechos como hombre y de sumisiones para la mujer, ordenes de él y acatamientos que debe haber por parte de ella. Los hace que se tomen las manos y reza con ellos.

Como es costumbre la nueva desposada se pone ante el suegro y besa sus plantas, él la levanta y la lleva ante su hijo, la madre de la nueva desposada va frente al hijo de Juan y le dice- Es tu mujer –dice con solemnidad al yerno- cuando gustes la podrás llevar a tu casa para que te caliente el tepexco. El sale lentamente y siguiéndolo sale la joven de manera alegre por ser el día más feliz de su vida, según como lo marcan todas las mujeres.


Comentario

La relación que hay entre el relato “los novios” y los temas de la unidad 3 desde mi punto de vista sería el indigenismo ya que los personajes del relato son personas de un grupo social indígena con tradiciones como son: que el “patriarca” o como en el relato se refieren a él . “el prencipal” es decir el hombre más viejo o con mayor poder que los demás del grupo es aquel a quien se le debe un respeto solo por que así lo marca su cultura, nos muestra diferentes tradiciones que se deben de hacer tal como que cuando el hijo se fije en alguna muchacha, el padre debe de ir con el “prencipal”, y si éste lo acepta o permite, debe de ir con el padre de la muchacha en cuestión y pedir la mano de su hija, en nombre del muchacho, para esto la familia del joven debe ofrecer presentes o como se decía con anterioridad que sería el “dote”, el mismo “prencipal” es quien puede casarlos y quien estipula los derechos del hombre y las obligaciones de las mujeres. Nos muestra también que en estas situaciones las jóvenes involucradas no pueden decidir si, quieren o no casarse con el joven que las ha elegido simplemente se casan y ya, solo porque su padre acepto en vez de ella.

Ella es la que debe preparar el festín a ofrecer a los invitados en la celebración y ven a su futuro marido momentos antes de celebrarse la boda, aceptando cualquier tipo de obligación que se le imponga por “el prencipal”.


Susana 1.1

La Tona

La Tona
Del libro “El Diosero” de Francisco Rojas González.
Crisanta, india muy joven, bajaba la colina con una buena carga de leña, a cada paso que daba, la carga se hacía más pesada, daba unos cuantos respiros puesto que su vientre preñado se encontraba, su respiración y su agitación no la hicieron aguantar más, así que buscando las riberas y acercándose a estas, soltó su bulto de leña y como lo hacen todas las Zoques sin excepción, remango su falda arriba de la cintura sentando se en una posición de cuclillas y las piernas abiertas, dio un profundo respiro y derramando lagrimas del dolor encajo sus dedos en la tierra con gran fiereza, la sed también la torturaba, se acerco al río a beber un poco de agua pero era tal su desesperación y sus convulsiones que rodando en la arena fue hallada por su marido. Este la llevo a su jacal para ayudarle cargándola delicadamente sobre el petate, con altivez su marido fue en busca de Altagracia que ayudo a muchas mujeres del pueblo en estos asuntos. Altagracia llega al jacal del marido Simón, comenzó una especie de ritual encendiendo ocote, pronunciando el credo al revés y masajeando la barriga de Crisanta. Altagracia demuestra su experiencia vivida con las tantas mujeres que había ayudado a parir indicándole a la adolecida lo que tenía que hacer con sus piernas, pujar lo mas que pudiera cuando sintiera dolor, los esfuerzos iban siendo más enclenques y los estragos que sufría eran incontenibles, llego un punto donde Crisanta ya no daba esfuerzo alguno, la partera le daba ánimos y ganas para que saliera adelante, hasta que se dieron cuenta de que el niño venia de nalgas, hicieron un estilo de columpio desde el techo del jacal para ayudarla a sacar el engendro, Crisanta cayó en desmayo, Altagracia mando a Simón a que comprara chiles secos y tostarlos para que la mujer desmayada tosiera.
En la carrera que había tomado simón a comprar lo pedido, se encontró con su amigo Trinidad Pérez, al enterarse de la situación le dijo que fuera mejor por el doctor cerca de ahí, cuando llegó con él, muy somnoliento tomó pinzas y todo el equipo que necesitaría para el parto, Simón le indicó donde podría encontrar el jacal y el doctor tomando su bicicleta se fue de prisa. Cuando Simón llego vio a su esposa tranquilizada con una manta cubriéndola, con voz muy débil le dijo –Hicimos un machito- Simón se encontraba muy contento con su nuevo progenitor, en instantes el fue al fogón y tomo unos puñados de la ceniza sobrante colocándolos en un costalito y con este rodeará la casa, en la mañana el primer animal que haya dejado sus huellas en las cenizas será el Tona del niño, que será el que lo cuidará y será su amigo hasta que muera. EL doctor cuidó del niño por un rato más y Simón le pide que sea su padrino de bautizo, cuando él con gusto aceptó. En la misa asistieron muchas personas, cuando el médico le pregunta a Simón que cuál era el nombre que le pondría a su ahijado, él le respondió que Damián porque así lo indica el calendario de la iglesia y Bicicleta como su Tona por que las cenizas así lo dijeron.
En este relato podemos interceptarnos con 2 temáticas muy importantes, cómo sería el estudio antropológico de las culturas indígenas que aún sobreviven y que es de grata importancia preservarlas ya que son ramas de nuestros orígenes, otra serían las creencias que cada ser humano llega a tener, entre ellas se encuentra la religión, la cual muchas sociedades la poseen, con creencias distintas pero la hay, esto es algo muy interesante pues se conocen las formas de vida de distintas perspectivas con datos muy curiosos que para los ignotos sobre el tema, se cultivan de lo analizado. (Samuel 1.1)