martes, 8 de marzo de 2022

Proyecto “Educación integral de la sexualidad” Primero "3"

Introducción

La educación afectiva y sexual representa un aspecto de gran importancia en la formación integral de los jóvenes, ya que más allá del simple conocimiento biológico, se debe explicar, abordar y reflexionar sobre procesos trascendentales como la construcción de la identidad de género o las relaciones afectivas en el ámbito de la cultura (Barragán, s. f.), partiendo de esta necesidad de los jóvenes que cursan el bachillerato, en la Preparatoria Oficial Anexa a la Normal de Cuautitlán Izcalli se desarrolla el proyecto “Educación integral de la sexualidad” en cada una de las asignaturas de mapa curricular.

Este espacio corresponde, dentro del proyecto mencionado, a la materia de Ética II en la cual los estudiantes podrán interactuar externando sus ideas, opiniones y comentarios sobre temas relacionados con la sexualidad integral. Empezaremos con el tema Sexualidad responsable, el cual fue abordado a partir de sus elementos básicos en el antecedente de esta asignatura en el semestre pasado Ética 1.

Sexualidad Responsable

Existen diversas formas de relacionarse con otras personas, una de las más complejas es la relación de pareja, que puede ir desde la atracción sexual hasta el noviazgo o matrimonio, ya que esta implica elementos de interacción y reconocimiento entre dos personas. Así mismo, en las relaciones de pareja se incorpora un factor clave: la sexualidad (Inzunza, 2018)

Pensar la sexualidad solo como una expresión de atracción o amor hacia el otro es verla de una manera simple e incompleta, el Ministerio de Educación Nacional de Colombia (En González & López, 2015) definen la sexualidad como:

Una expresión humana, como una dimensión que se construye a partir de una realidad propia de las personas quienes son seres sexuados en una sociedad determinada. Como tal, es una dimensión constitutiva del ser humano: biológica, psicológica, cultural, histórica y ética, que compromete sus aspectos emocionales, comportamentales, cognitivos y comunicativos tanto para su desarrollo en el plano individual como en el social. Este último aspecto subraya también el carácter relacional de la sexualidad como algo que es, a la vez, personalizador y humanizante, pues reconoce la importancia que tiene para el ser humano establecer relaciones con otros en diferentes grados de intimidad psicológica y física (2008).

 

De esta dimensión la atracción sexual es un aspecto importante y se concibe como un impulso natural que conlleva el deseo por otro, principalmente por su físico, mientras que la sexualidad como expresión de amor implica una serie de sentimientos y compromisos mutuos y consensados. En cualquiera de estos casos debe existir responsabilidad entre ambos participantes del acto sexual, ya que su realización incluye situaciones de riesgo que pueden alterar la integridad de uno o ambos miembros. Entre los riesgos más comunes se encuentran:

Ø  Las infecciones de transmisión sexual (ITS).

Ø  Los embarazos no deseados o planeados.

Ø  Los problemas psicológicos.}

Ø  Estigmas sociales.

Ø  Violencia física, verbal o psicológica (Inzunza, 2018).

El disfrute es un elemento primordial de la sexualidad, ya que implica placer físico y emocional; además conlleva sentimientos, responsabilidad, compromiso y conocimientos, de uno mismo y del otro, lo que permite establecer un ambiente de intimidad y compenetración. Aunado a la sexualidad se encuentra la afinidad, misma que posibilita el compartir gustos, sentimientos y acciones, lo que implicará que las cosas que ambos compartan sean placenteras y busquen realizarlas juntos (Inzunza, 2018).

Para llevar a cabo una sexualidad responsable, uno de los elementos clave es la planificación y uso de anticonceptivos, para lo cual es necesario establecer los parámetros de acción respecto a la responsabilidad y papel que cada uno de los participantes tiene durante el acto sexual, los anticonceptivos se dividen en dos clases: temporales (pastillas, inyecciones, implantes dispositivos intrauterino) y permanentes (oclusión tubario bilateral y vasectomía).

Estos métodos anticonceptivos disminuyen la posibilidad de un embarazo no deseado o planeado, pero no todos limitan el contagio de Infecciones de transmisión sexual por lo que resulta fundamental conocer a la pareja, tenerle confianza y saber su historial médico y los problemas de salud enfermedades o infecciones que tienen o han tenido (Inzunza, 2018)

En conclusión:

En la mayoría de los casos vivir nuestra sexualidad nos lleva a establecer una relación sexual con otro, misma que debe ser una decisión de pareja, siempre teniendo en cuenta que las consecuencias de una decisión poco reflexiva o impulsiva pueden ser graves, para ambos de forma individual; por tanto, se debe considerar la relación sexual no solo como un acto recreativo, sino como una actividad que implica conocer al otro, así como los riesgos que acarrea para el desarrollo personal y de pareja. La sexualidad como una dimensión humana que abarca aspectos biológicos, psicológicos, culturales, históricos y éticos cuando se expresa en forma de amor, afecto o atracción no debe considerarse mala, sino simplemente ser conscientes de la responsabilidad que implica practicarla.

 

A partir de estos elementos y los videos revisados en clase te invito a reflexionar sobre los siguientes puntos:

1.    ¿Qué factores implica la sexualidad responsable?

2.    ¿Qué elementos personales, de pareja y sociales se deben considerar para iniciar una relación sexual?

3.    ¿Qué valores de pareja y personales se relacionan con la sexualidad responsable?

4.    ¿Qué estimas esencial en una pareja para considerar la posibilidad de compartir la intimidad con ella.

5.    ¿Qué implica la responsabilidad sexual?

6.    ¿Qué riesgos corro al practicar la sexualidad?

 

 

Referencias

Barragán, M. (1999). Programa de Educación Afectivo-Sexual. Educación Secundaria. Volumen (I) Sexualidad, Educación Sexual y Género. Junta de Andalucía. Consejería de Educación y Ciencia e Instituto Andaluz de la Mujer. Documento en línea recuperado de http://educagenero.org/ESJunta/Secundaria/tomo%20I%20general.pdf

González, G. & López, T. (2015). Sexualidad, Salud y Sociedad. Revista Latinoamericana. n. 21 - dic. Documento en línea recuperado de https://www.scielo.br/j/sess/a/LHt6fkWTJTQWCVRBC8vm3Pw/?lang=es&format=pdf

Inzunza, Q. (2018). Ética I. Editorial Esfinge.

Proyecto “Educación integral de la sexualidad” Primero "2"

Introducción

La educación afectiva y sexual representa un aspecto de gran importancia en la formación integral de los jóvenes, ya que más allá del simple conocimiento biológico, se debe explicar, abordar y reflexionar sobre procesos trascendentales como la construcción de la identidad de género o las relaciones afectivas en el ámbito de la cultura (Barragán, s. f.), partiendo de esta necesidad de los jóvenes que cursan el bachillerato, en la Preparatoria Oficial Anexa a la Normal de Cuautitlán Izcalli se desarrolla el proyecto “Educación integral de la sexualidad” en cada una de las asignaturas de mapa curricular.

Este espacio corresponde, dentro del proyecto mencionado, a la materia de Ética II en la cual los estudiantes podrán interactuar externando sus ideas, opiniones y comentarios sobre temas relacionados con la sexualidad integral. Empezaremos con el tema Sexualidad responsable, el cual fue abordado a partir de sus elementos básicos en el antecedente de esta asignatura en el semestre pasado Ética 1.

Sexualidad Responsable

Existen diversas formas de relacionarse con otras personas, una de las más complejas es la relación de pareja, que puede ir desde la atracción sexual hasta el noviazgo o matrimonio, ya que esta implica elementos de interacción y reconocimiento entre dos personas. Así mismo, en las relaciones de pareja se incorpora un factor clave: la sexualidad (Inzunza, 2018)

Pensar la sexualidad solo como una expresión de atracción o amor hacia el otro es verla de una manera simple e incompleta, el Ministerio de Educación Nacional de Colombia (En González & López, 2015) definen la sexualidad como:

Una expresión humana, como una dimensión que se construye a partir de una realidad propia de las personas quienes son seres sexuados en una sociedad determinada. Como tal, es una dimensión constitutiva del ser humano: biológica, psicológica, cultural, histórica y ética, que compromete sus aspectos emocionales, comportamentales, cognitivos y comunicativos tanto para su desarrollo en el plano individual como en el social. Este último aspecto subraya también el carácter relacional de la sexualidad como algo que es, a la vez, personalizador y humanizante, pues reconoce la importancia que tiene para el ser humano establecer relaciones con otros en diferentes grados de intimidad psicológica y física (2008).

 

De esta dimensión la atracción sexual es un aspecto importante y se concibe como un impulso natural que conlleva el deseo por otro, principalmente por su físico, mientras que la sexualidad como expresión de amor implica una serie de sentimientos y compromisos mutuos y consensados. En cualquiera de estos casos debe existir responsabilidad entre ambos participantes del acto sexual, ya que su realización incluye situaciones de riesgo que pueden alterar la integridad de uno o ambos miembros. Entre los riesgos más comunes se encuentran:

Ø  Las infecciones de transmisión sexual (ITS).

Ø  Los embarazos no deseados o planeados.

Ø  Los problemas psicológicos.}

Ø  Estigmas sociales.

Ø  Violencia física, verbal o psicológica (Inzunza, 2018).

El disfrute es un elemento primordial de la sexualidad, ya que implica placer físico y emocional; además conlleva sentimientos, responsabilidad, compromiso y conocimientos, de uno mismo y del otro, lo que permite establecer un ambiente de intimidad y compenetración. Aunado a la sexualidad se encuentra la afinidad, misma que posibilita el compartir gustos, sentimientos y acciones, lo que implicará que las cosas que ambos compartan sean placenteras y busquen realizarlas juntos (Inzunza, 2018).

Para llevar a cabo una sexualidad responsable, uno de los elementos clave es la planificación y uso de anticonceptivos, para lo cual es necesario establecer los parámetros de acción respecto a la responsabilidad y papel que cada uno de los participantes tiene durante el acto sexual, los anticonceptivos se dividen en dos clases: temporales (pastillas, inyecciones, implantes dispositivos intrauterino) y permanentes (oclusión tubario bilateral y vasectomía).

Estos métodos anticonceptivos disminuyen la posibilidad de un embarazo no deseado o planeado, pero no todos limitan el contagio de Infecciones de transmisión sexual por lo que resulta fundamental conocer a la pareja, tenerle confianza y saber su historial médico y los problemas de salud enfermedades o infecciones que tienen o han tenido (Inzunza, 2018)

En conclusión:

En la mayoría de los casos vivir nuestra sexualidad nos lleva a establecer una relación sexual con otro, misma que debe ser una decisión de pareja, siempre teniendo en cuenta que las consecuencias de una decisión poco reflexiva o impulsiva pueden ser graves, para ambos de forma individual; por tanto, se debe considerar la relación sexual no solo como un acto recreativo, sino como una actividad que implica conocer al otro, así como los riesgos que acarrea para el desarrollo personal y de pareja. La sexualidad como una dimensión humana que abarca aspectos biológicos, psicológicos, culturales, históricos y éticos cuando se expresa en forma de amor, afecto o atracción no debe considerarse mala, sino simplemente ser conscientes de la responsabilidad que implica practicarla.

 

A partir de estos elementos y los videos revisados en clase te invito a reflexionar sobre los siguientes puntos:

1.    ¿Qué factores implica la sexualidad responsable?

2.    ¿Qué elementos personales, de pareja y sociales se deben considerar para iniciar una relación sexual?

3.    ¿Qué valores de pareja y personales se relacionan con la sexualidad responsable?

4.    ¿Qué estimas esencial en una pareja para considerar la posibilidad de compartir la intimidad con ella.

5.    ¿Qué implica la responsabilidad sexual?

6.    ¿Qué riesgos corro al practicar la sexualidad?

  

Referencias

Barragán, M. (1999). Programa de Educación Afectivo-Sexual. Educación Secundaria. Volumen (I) Sexualidad, Educación Sexual y Género. Junta de Andalucía. Consejería de Educación y Ciencia e Instituto Andaluz de la Mujer. Documento en línea recuperado de http://educagenero.org/ESJunta/Secundaria/tomo%20I%20general.pdf

González, G. & López, T. (2015). Sexualidad, Salud y Sociedad. Revista Latinoamericana. n. 21 - dic. Documento en línea recuperado de https://www.scielo.br/j/sess/a/LHt6fkWTJTQWCVRBC8vm3Pw/?lang=es&format=pdf

Inzunza, Q. (2018). Ética I. Editorial Esfinge.


Proyecto "Educación integral de la sexualidad" Primero "1"

 

Introducción

La educación afectiva y sexual representa un aspecto de gran importancia en la formación integral de los jóvenes, ya que más allá del simple conocimiento biológico, se debe explicar, abordar y reflexionar sobre procesos trascendentales como la construcción de la identidad de género o las relaciones afectivas en el ámbito de la cultura (Barragán, s. f.), partiendo de esta necesidad de los jóvenes que cursan el bachillerato, en la Preparatoria Oficial Anexa a la Normal de Cuautitlán Izcalli se desarrolla el proyecto “Educación integral de la sexualidad” en cada una de las asignaturas de mapa curricular.

Este espacio corresponde, dentro del proyecto mencionado, a la materia de Ética II en la cual los estudiantes podrán interactuar externando sus ideas, opiniones y comentarios sobre temas relacionados con la sexualidad integral. Empezaremos con el tema Sexualidad responsable, el cual fue abordado a partir de sus elementos básicos en el antecedente de esta asignatura en el semestre pasado Ética 1.

Sexualidad Responsable

Existen diversas formas de relacionarse con otras personas, una de las más complejas es la relación de pareja, que puede ir desde la atracción sexual hasta el noviazgo o matrimonio, ya que esta implica elementos de interacción y reconocimiento entre dos personas. Así mismo, en las relaciones de pareja se incorpora un factor clave: la sexualidad (Inzunza, 2018)

Pensar la sexualidad solo como una expresión de atracción o amor hacia el otro es verla de una manera simple e incompleta, el Ministerio de Educación Nacional de Colombia (En González & López, 2015) definen la sexualidad como:

Una expresión humana, como una dimensión que se construye a partir de una realidad propia de las personas quienes son seres sexuados en una sociedad determinada. Como tal, es una dimensión constitutiva del ser humano: biológica, psicológica, cultural, histórica y ética, que compromete sus aspectos emocionales, comportamentales, cognitivos y comunicativos tanto para su desarrollo en el plano individual como en el social. Este último aspecto subraya también el carácter relacional de la sexualidad como algo que es, a la vez, personalizador y humanizante, pues reconoce la importancia que tiene para el ser humano establecer relaciones con otros en diferentes grados de intimidad psicológica y física (2008).

 

De esta dimensión la atracción sexual es un aspecto importante y se concibe como un impulso natural que conlleva el deseo por otro, principalmente por su físico, mientras que la sexualidad como expresión de amor implica una serie de sentimientos y compromisos mutuos y consensados. En cualquiera de estos casos debe existir responsabilidad entre ambos participantes del acto sexual, ya que su realización incluye situaciones de riesgo que pueden alterar la integridad de uno o ambos miembros. Entre los riesgos más comunes se encuentran:

Ø  Las infecciones de transmisión sexual (ITS).

Ø  Los embarazos no deseados o planeados.

Ø  Los problemas psicológicos.}

Ø  Estigmas sociales.

Ø  Violencia física, verbal o psicológica (Inzunza, 2018).

El disfrute es un elemento primordial de la sexualidad, ya que implica placer físico y emocional; además conlleva sentimientos, responsabilidad, compromiso y conocimientos, de uno mismo y del otro, lo que permite establecer un ambiente de intimidad y compenetración. Aunado a la sexualidad se encuentra la afinidad, misma que posibilita el compartir gustos, sentimientos y acciones, lo que implicará que las cosas que ambos compartan sean placenteras y busquen realizarlas juntos (Inzunza, 2018).

Para llevar a cabo una sexualidad responsable, uno de los elementos clave es la planificación y uso de anticonceptivos, para lo cual es necesario establecer los parámetros de acción respecto a la responsabilidad y papel que cada uno de los participantes tiene durante el acto sexual, los anticonceptivos se dividen en dos clases: temporales (pastillas, inyecciones, implantes dispositivos intrauterino) y permanentes (oclusión tubario bilateral y vasectomía).

Estos métodos anticonceptivos disminuyen la posibilidad de un embarazo no deseado o planeado, pero no todos limitan el contagio de Infecciones de transmisión sexual por lo que resulta fundamental conocer a la pareja, tenerle confianza y saber su historial médico y los problemas de salud enfermedades o infecciones que tienen o han tenido (Inzunza, 2018)

En conclusión:

En la mayoría de los casos vivir nuestra sexualidad nos lleva a establecer una relación sexual con otro, misma que debe ser una decisión de pareja, siempre teniendo en cuenta que las consecuencias de una decisión poco reflexiva o impulsiva pueden ser graves, para ambos de forma individual; por tanto, se debe considerar la relación sexual no solo como un acto recreativo, sino como una actividad que implica conocer al otro, así como los riesgos que acarrea para el desarrollo personal y de pareja. La sexualidad como una dimensión humana que abarca aspectos biológicos, psicológicos, culturales, históricos y éticos cuando se expresa en forma de amor, afecto o atracción no debe considerarse mala, sino simplemente ser conscientes de la responsabilidad que implica practicarla.

A partir de estos elementos y los videos revisados en clase te invito a reflexionar sobre los siguientes puntos:

1.    ¿Qué factores implica la sexualidad responsable?

2.    ¿Qué elementos personales, de pareja y sociales se deben considerar para iniciar una relación sexual?

3.    ¿Qué valores de pareja y personales se relacionan con la sexualidad responsable?

4.    ¿Qué estimas esencial en una pareja para considerar la posibilidad de compartir la intimidad con ella.

5.    ¿Qué implica la responsabilidad sexual?

6.    ¿Qué riesgos corro al practicar la sexualidad?

 

Referencias

Barragán, M. (1999). Programa de Educación Afectivo-Sexual. Educación Secundaria. Volumen (I) Sexualidad, Educación Sexual y Género. Junta de Andalucía. Consejería de Educación y Ciencia e Instituto Andaluz de la Mujer. Documento en línea recuperado de http://educagenero.org/ESJunta/Secundaria/tomo%20I%20general.pdf

González, G. & López, T. (2015). Sexualidad, Salud y Sociedad. Revista Latinoamericana. n. 21 - dic. Documento en línea recuperado de https://www.scielo.br/j/sess/a/LHt6fkWTJTQWCVRBC8vm3Pw/?lang=es&format=pdf

Inzunza, Q. (2018). Ética I. Editorial Esfinge.