martes, 5 de mayo de 2015

La Plaza de Xoxocotla.


Del libro “El Diosero” de Francisco Rojas González.
El relato comienza cuando el señor Luterio se encuentra con 2 jóvenes y les cuenta como se hizo la plaza de Xoxocotla. La historia de la plaza data de cuando Don Luterio era delegado municipal y un día mientras el candidato a la Presidencia de la República estaba de gira se les descompuso el carro así que se detuvieron ahí en Xoxocotla.

El candidato se acercó a Luterio preguntándole sobre que necesitaba el pueblo, a lo que éste respondió que la plaza debería tener mejoras para no estar tan triste, una escuela, mejor servicio de agua y una buena maestra. A las peticiones el candidato dijo que sí e incluso le hizo promesa. Don Luterio por las experiencias que antiguos políticos le habían dejado no le creyó, a Don Eleuterio, el candidato, lo tomo a broma e incluso le hizo gestos burlones.
Pero cual habrá sido su sorpresa cuando al año llegó Tirso Moya un muchachito del pueblo y le dijo “Ándele, Tata Luterio, qui‘hay lo busca el Presidente”,  Don Eleuterio como no lo creía después de mucho rato lo fue a buscar al pueblo, al verlo se dio cuenta, por su forma de pararse que ya lo habían ascendido a Presidente de la República, se acercó de inmediato a éste que estaba rodeado de niños y pues en honor a que había regresado al pueblo pidió una última cosa que en la plaza se le hiciera un monumento para honrar a quién cumplió sus promesas.

 

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