miércoles, 24 de junio de 2009

¿El aprendizaje es algo tan trivial que se puede observar y medir con base en unas simples preguntas a propósito de unos contenidos cualesquiera?

Tomando como base para la respuesta de esta pregunta a la noción constructivista del aprendizaje que desarrolla Vargas (2005), se puede afirmar que no. Para empezar el aprendizaje concebido en un marco constructivista no es trivial, porque es trascendental para el individuo que aprende; no es trivial porque el concepto profundo de la noción de aprendizaje va más allá de la educación bancaría manejada por Paulo Freire, en donde los datos de la realidad se traen al interior del sujeto y se depositan acumulándose, percepción que ha sustentado a la educación tradicional.
Por el contrario en la educación centrada en la persona tal como lo refiere Vargas (2005) se habla de un aprendizaje significativo que se constituye en una apropiación de la realidad que el sujeto asimila transformándose a sí mismo, acomodándose al mismo tiempo que asimila, es decir aprehendiendo lo asimilado haciéndolo propio. De tal manera que el sujeto reconstruye su entorno a partir de lo que Piaget llama invariantes funcionales (asimilación y acomodación) reconstruyéndose a sí mismo cada vez que aprende.
Tomado el aprendizaje de esta manera se puede entender claramente porque el aprendizaje no se puede medir con base en unas simples preguntas a propósito de unos contenidos cualesquiera. El aprendizaje más que medido debe ser valorado a partir de considerar los cambios al factor humano y social, los cambios estructurales y personales ocurridos en el estudiante como ser humano, yendo más allá de la simple concepción tradicional y racional técnica de la educación (Lozano, 2006).
Por tanto si queremos desarrollar un enfoque por competencias en la Educación Media Superior debemos apropiarnos de inicio, de estos conceptos, para poder concebir a nuestros alumnos como un sujeto activo, como entidades siempre organizada que acomodan sus esquemas a la realidad externa a medida que asimila la realidad de los esquemas, tal como lo refiere Vargas; para poder pasar después a diseñar estrategias que permitan facilitar el desarrollo de competencias y el buen funcionamiento de una institución que esté regida bajo este enfoque también en competencias.

Referencias.
Lozano, A. (2006). Normalistas Vs. Universitarios o técnicos Vs. rudos. México: Plaza y Valdes.
Vargas, B. (2005). El aprendizaje y el desarrollo de competencias. Documento proporcionado por la UPN para el trabajo de la especialización en Competencias Docentes para el Nivel Medio Superior

2 comentarios:

  1. Hola Paty la reflexión que haces sobre el aprendizaje me parece muy profunda y estoy de acuerdo contigo que lo que hay que evaluar del aprendizaje son los procesos más no unicamente resultados es tiempo, como señalas, de pasar de una educación bancaria a una construcción de estructuras cognitivas.
    Si se quiere hacer una verdadera reforma educativa debemos adoptar un nuevo paradidma del alumno y del aprendizaje para planear estrategias de aprendizaje que contribuyan a desarrollar las competencias. Si queremos llevar a cabo la reforma como lo señalas necesitamos prepararnos en las nuevas conceptualizaciones del aprendizaje que responden a una cultura cambiante y globalizada

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  2. ¡Hola! Maestra Paty

    Al leer su comentario me doy cuenta que maneja bien el argumento teórico sobre el aprendizaje y creo que es una fortaleza, estoy de acuerdo con sus comentarios a cerca de que el aprendizaje no es algo trivial y que es algo trascedental, no basta con dar respuesta a unas preguntas de cierto contenido, sin embargo sería interesante saber que opina sobre la siguiente pregunta ¿Cómo podríamos saber si un alumno a aprendido, bajo la teoria constructivista?, ya que al solicitar alguna evidencia de ello, creo que entrariamos en otro ámbito de las teórias del aprendizaje (el conductismo), y esto sería un buen planteamiento para discutir, no cree.

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